¡Hola! ¿Te puedo hacer una pregunta?

Nicolás Vega
Nicolás Vega
··

4 min de lectura

Cover Image for ¡Hola! ¿Te puedo hacer una pregunta?

5:15 am sonaba mi alarma en esos meses (con mis socios Diego y Nico estábamos probando nuestra primera idea en logística, atacando la última milla a través de Hub´s Urbanos), a las 6:30 am ya estaba parado en una bodega en Pudahuel esperando recibir un carro lleno de paquetes para despacharlos en alguna comuna de Santiago (sumé varias a mi lista de comunas despachadas, y en más de alguna pasé susto).

En uno de los primeros días, cuando todavía era un novato, estaba desesperado porque no sabía cómo iba a lograr repartir 100 paquetes en una comuna que no conocía, los puntos de entrega eran muy extensos y no tenía como opción volverme con los paquetes no entregados.

![José aprendiendo en la calle](../../blog/jose-manejando.jpeg "José aprendiendo en la calle")

Llevaba con suerte 5 paquetes entregados, venía de vuelta a mi auto (en realidad el auto de Diego) después de haber entregado un paquete de alguna multitienda, me topo con un furgón blanco que se le salían los paquetes por las ventanas (llevaba casi el doble que yo).

Impresionado por la cantidad de paquetes, le empecé a preguntar por su trabajo “Hola! ¿Te puedo hacer una pregunta? (fueron varias en realidad) ¿Cuántos paquetes repartes al día? ¿En qué comunas te mueves? ¿Cuánto tiempo llevas trabajando en esto? ¿Qué aplicación usas? ¿Cómo armas tu ruta? ¿Cuánto están pagando por paquete entregado? ¿Qué pasa en caso de robo?”, etc.

En menos de 5 minutos ya estaba convencido que lo quería conmigo, era la persona que había estado buscando. Era una máquina, dispuesto a ayudar, a escuchar, rápido en sus respuestas, conocía las calles y el negocio de memoria, ya tenía gente a su cargo con 2 autos extras gestionados por él y lo más importante, me transmitía confianza.

Le pregunté si es que le interesaba sumar más paquetes a su ruta diaria (pensando que me diría que no por la cantidad de paquetes que llevaba), me miró, se rió y dijo “Siempre se puede más, démosle”.

Dos días después le mandé un whatsapp:

Whatsapp H1

El 12 de Octubre de 2021 (después de papeleos e inducciones) ya estaba despachando con nosotros.

Estuvimos 3 meses probando esta idea, donde llegamos a tener 4 despachadores trabajando con nosotros (en auto, a pie y caminando), un Hub urbano en un estacionamiento subterráneo, y la rutina de ir a buscar paquetes en un furgón arrendado a Pudahuel, trasladarlo al Hub y ordenar los paquetes. Y Horacio nunca falló, tenía una actitud impresionante.

En Febrero de 2022 decidimos dar un giro al negocio, por lo que no contamos más con Horacio (fue una de las cosas bien fomes de “pivotar”).

Hace unas semanas volvíamos a necesitar alguien que nos salve. Estábamos cada vez con más servicios, el día a día se hacía poco sostenible, necesitábamos a alguien que nos ayudara a coordinar cientos de servicios sin problemas.

Obviamente volvió a mi cabeza "Horacio".

Whatsapp H2

Al día siguiente del mensaje, y de la llamada posterior, tuve una entrevista de trabajo con él. Esa semana vino 3 veces a la oficina a conocer al equipo y el lunes siguiente ya estaba dentro trabajando.

Desde ese lunes Horacio está cargo de la torre de control, administra a los más de 30 drivers activos y sigue con su mismo discurso que hace un año "Siempre se puede más, démosle" y con las mismas ganas de aprender cosas nuevas (está aprendiendo programación por su cuenta 👾).

Esta es la historia de Horacio, quien estudió Ingenería Civil en Venezuela, hizo su práctica profesional allá, y se quiso venir a vivir a Chile por la situación de su país. Pasó por trabajos en grandes empresas aquí en Chile (a veces con más de un trabajo a la vez), y despachó los 2 años “dorados” en la última milla para una de las grandes empresas logísticas del país.

Ahora llegó a romperla a Carvuk! 🚀

He aprendido muchas cosas de Horacio, pero una de las que quiero transmitir, es la importancia de cultivar y mantener relaciones en el tiempo con la gente extraordinaria que uno se va topando en el camino.

Muy felices de tenerte dentro Horacio, ¡Bienvenido!