La bencina se ha ganado el título de "oro líquido" en la era contemporánea. No resulta exagerado afirmar que el funcionamiento del mundo moderno dependería en gran medida de este recurso, ya que es el principal impulsor de vehículos, siendo esencial para mantener en movimiento a automóviles y maquinaria.

A pesar de la existencia de alternativas de combustibles, los motores que utilizan bencina continúan siendo los protagonistas indiscutibles en la escena actual. A pesar de su ubicuidad, la bencina alberga ciertos aspectos desconocidos para muchos.

Con el propósito de abordar esta falta de conocimiento, exploremos cuatro preguntas fundamentales acerca de este líquido vital.

¿Cuáles son las distinciones entre las bencinas de 93, 95 y 97 octanos?

Cuando nos referimos al octanaje de la bencina, estamos hablando de su capacidad para resistir la detonación. De manera más simple, cuando el motor de tu vehículo comprime internamente la mezcla de aire y combustible en la cámara, se utilizan diversos aditivos en la bencina para prevenir la combustión prematura.

Por ejemplo, el iso-octano, un hidrocarburo con baja tendencia a la detonación, se le asigna un valor de 100. En contraste, el n-heptano es altamente detonante y tiene un valor de 0.

Para producir bencina de 97 octanos, se combinan 97 partes de iso-octano con 3 partes de n-heptano. Si el motor de tu automóvil tiene una alta compresión, es necesario utilizar gasolina con un octanaje mayor para optimizar su rendimiento.

¿Para qué tipo de vehículo es adecuada cada bencina?

Todos los automóviles son compatibles con bencinas de distintos octanajes; sin embargo, es crucial consultar el manual del fabricante, ya que cada motor está diseñado para optimizarse con una determinada compresión.

En el contexto de Chile, aproximadamente el 80% de los vehículos utilizan bencina de 93 octanos. No obstante, desde la década de 1990, muchos automóviles han adoptado el uso de bencina de 95 octanos, caracterizada por carecer de plomo.

Por lo general, los vehículos de remolque, aquellos con tecnología avanzada (como los deportivos) y los turboalimentados tienden a utilizar bencina de 97 octanos.

¿Qué sucede al cambiar el octanaje de un día para otro?

En primer lugar, si tienes la creencia de que utilizar un octanaje superior mejorará la potencia de tu vehículo, es probable que estés desperdiciando tu dinero. Optar por un octanaje menor, por otro lado, puede ocasionar daños significativos al motor de tu automóvil, llegando incluso a causar la perforación de los pistones.

En este último caso, uno de los primeros signos de alerta al emplear un octanaje inferior es un ligero cascabeleo al subir el vehículo por una pendiente. Este ruido sutil puede incrementar la temperatura, reducir el rendimiento y la potencia del motor.

Si decides cambiar a un octanaje que no es el recomendado por el fabricante, se sugiere hacerlo de manera gradual; es decir, al pasar de 93 a 97 octanos, se debe comenzar utilizando bencina de 95 octanos.

¿Cuál es el estándar de calidad de las bencinas en Chile?

En Chile, se adopta el índice RON (Research Octane Number, por sus siglas en inglés) como el adecuado para el parque automotor del país. Los valores de RON y MON (Motor Octane Number) de las bencinas chilenas son equiparables a los estándares europeos.

Utilizar el octanaje correcto y adoptar una conducción eficiente contribuirá a prolongar la vida útil del motor y mejorar el rendimiento del consumo de combustible.