El rendimiento de tu auto se mide por la cantidad de combustible que consume por kilómetro recorrido. Sin embargo, este dato varía según si el recorrido es en ciudad o en carretera, ya que las condiciones son distintas en cada caso.

En la ciudad, factores como los semáforos y los cambios constantes de velocidad debido a variables urbanas implican un mayor esfuerzo del motor, lo que resulta en un mayor consumo de combustible.

Por otro lado, en la carretera, donde el trayecto es generalmente recto y se mantiene una velocidad constante, se logra un rendimiento mayor y un menor consumo de combustible.

¿Sabías que puedes calcular fácilmente el rendimiento de tu auto? Pero eso no es todo; también existen otros factores y condiciones que influyen en el rendimiento de tu vehículo. A continuación, te invitamos a descubrirlos:

Factores mecánicos

Los componentes mecánicos y hasta el diseño mismo de tu automóvil pueden tener un impacto significativo en su rendimiento. Aquí te presentamos algunos de ellos:

Aerodinámica

La aerodinámica está directamente relacionada con la estructura física del vehículo. Si la parte frontal del automóvil es más alta, generará una mayor resistencia al aire, lo que requerirá más energía para desplazarse hacia adelante.

Presión de los neumáticos

Si los neumáticos de tu vehículo no tienen la presión de aire adecuada para circular en carreteras pavimentadas, la superficie de contacto será mayor, lo que aumentará la fricción y, en consecuencia, el peso del vehículo. Un mayor peso requiere más potencia para moverse, lo que resulta en un mayor consumo de combustible.

Inducción de aire

Los sistemas de inducción forzada, como los turbocompresores o los compresores, aumentan la cantidad de aire que ingresa a la cámara de combustión, lo que mejora la potencia del motor pero también aumenta el consumo de combustible debido a la mayor liberación de energía.

Transmisión

En términos de transmisión, un vehículo con una caja de cambios de sexta marcha consumirá menos combustible, en teoría, que un vehículo con el mismo motor pero con una caja de cambios de cinco marchas.

Esto se debe a que en sexta marcha a 100 km/h, el motor girará a menos revoluciones por minuto (rpm) que en quinta marcha.

En general, los vehículos con transmisión automática tienden a consumir más combustible que los vehículos con transmisión manual, ya que en la transmisión automática no se controla el cambio de marchas, lo que puede resultar en un mayor número de revoluciones por minuto en cada cambio para optimizar el rendimiento del vehículo.

Relación peso/potencia del vehículo

Un automóvil más pesado y potente consumirá más combustible que un vehículo más ligero con la misma potencia. Es una cuestión de física básica: más masa requiere más energía para moverse.

Para ilustrar esto, consideremos dos ejemplos: una Toyota 4Runner, que pesa 1.970 kilogramos y tiene 275 caballos de fuerza, consume 10,8 km/l en carretera, mientras que un Audi TT, que pesa 1.480 kilogramos y tiene una potencia de 310 caballos de fuerza, consume más de 14 km/l en carretera.

Factores ambientales que afectan el consumo de combustible

Aunque parezca increíble, las condiciones ambientales también influyen en el rendimiento de tu vehículo. Aquí tienes algunas causas que pueden hacer que tu automóvil consuma más o menos combustible:

Temperatura

Cuando hace calor, las moléculas de aire están más dispersas, lo que dificulta que el motor tome la cantidad adecuada de aire para funcionar eficientemente. En estas condiciones, acelerar significa un mayor consumo de combustible.

Por otro lado, en climas fríos, las partículas de aire están más juntas, lo que resulta en una combustión más densa en el motor. Esto puede traducirse en más revoluciones por la misma cantidad de combustible, lo que significa un mejor rendimiento.

Altitud

A mayor altitud, hay menos oxígeno disponible. Por lo tanto, si estás a una altitud considerable, tu motor tendrá que trabajar más para funcionar correctamente, ya que no recibirá suficiente aire para rendir de manera óptima. En resumen, a mayor altitud, mayor consumo de combustible.

Como puedes ver, existen diversas condiciones que pueden afectar el rendimiento de tu automóvil, y algunas de ellas dependen de tu cuidado y consideración.

Agregar peso extra al vehículo, usar el aire acondicionado o cambiar constantemente de velocidades pueden hacer que gastes más combustible de lo necesario.